Cuando recibimos la primera visita de Gonzalo y de su mamá nos quedó bastante claro que querían una mesa dulce montada en uno de nuestros carritos y sobre todo querían algo muy fino y elegante. Celebrada en El Claustro, pleno centro de Granada, así quedó nuestra mesa dulce.
Nos decantamos por los tonos verdes pastel, para salir del tópico celeste para el niño y acertamos de pleno.
Era una comunión pequeña, con pocos invitados, así que decidimos complementar la decoración con cartelería totalmente personalizada.
¿Qué os parece el resultado?